Remedios Naturales para la Inflamación

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Qué hacer si tenemos inflamación

Según la Asociación Española de Farmacia, ocho millones de españoles consumen a diario dosis más altas de las recomendadas de antiinflamatorios como el ibuprofeno. En mi consulta suelo preguntar al paciente si toma habitualmente ibuprofeno y a menudo me dicen que no, que solo una vez al mes con el dolor de regla o algún dolor de cabeza. Una vez al mes es un consumo demasiado alto de ibuprofeno que es un medicamento al que solo deberíamos recurrir en casos extremos. Ya se ha comprobado cómo el ibuprofeno puede dañar la mucosa gástrica e intestinal e incluso los capilares haciéndolos más débiles. Se ha relacionado con problemas gástricos e intestinales e incluso con un aumento del riesgo de infarto. Efectos secundarios demasiado graves para un medicamento que puede ser prescindible o sustituido por otras alternativas más naturales.

 

La medicina convencional considera cualquier tipo de inflamación como una enfermedad en si misma que hay que suprimir. Nuestra reacción normal, la que nos han acostumbrado es que si hay dolor queremos que desaparezca.

Al ser la inflamación un proceso de desintoxicación del organismo y de limpieza no nos conviene eliminarla completamente a no ser que la misma inflamación ponga en peligro los tejidos como por ejemplo en una infección de oído en la que se puede dañar el tímpano o una infección de riñón u otro órgano delicado. En la inflamación crónica hay un proceso inflamatorio, pero este proceso es improductivo y da lugar a una enfermedad crónica como la artritis o la fibromialgia.

 

Si necesitamos bajar una inflamación de manera urgente y no queremos tener que recurrir a drogas químicas como los antinflamatorios no esteroideos o los corticoides, podemos recurrir a antiinflamatorios naturales que combinados con una buena dieta pueden sernos muy beneficiosos.

Dieta Anti-Inflamatoria

Hay unas sustancias que fabrica nuestro organismo, las prostaglandinas, que entre otras funciones se encargan de regular la inflamación. Un tipo de prostaglandinas, las PG2, favorecen la inflamación y otro tipo, las PG1 y las PG3, la reducen. Con la dieta podemos conseguir calmar un proceso inflamatorio o agravarlo ya que ciertos alimentos favorecen la segregación de las prostaglandinas anti-inflamatorias mientras que otros tienen el efecto contrario.

 

Las prostaglandinas inflamatorias son necesarias ya que la inflamación es un proceso que utiliza nuestro organismo para eliminar sustancias de desecho, pero una vez iniciado nos interesa que haya la menor cantidad posible de estas prostaglandinas para que la inflamación se calme. El ácido araquidónico es un ácido graso esencial presente en los alimentos que actúa en nuestro organismo como precursor de las prostaglandinas proinflamatorias. Este ácido graso se encuentra principalmente en las carnes con lo que la ingesta de carne podemos decir que incrementa la inflamación y se debería restringir durante una crisis inflamatoria.

En cambio, los ácidos grasos omega 3 presentes sobre todo en los pescados azules y en las semillas de lino son precursores de las prostaglandinas anti-inflamatorias. Por tanto, la ingesta de aceites de pescado, pescado azul y aceite de lino tendrá un efecto calmante de la inflamación. Los ácidos grasos omega 6 son otro tipo de ácidos grasos esenciales que se encuentran en los frutos secos, habas de soja o semillas de girasol o sésamo. Los ácidos grasos de la familia omega 6 pueden llegar a convertirse en ácido araquidónico con lo que podrían favorecer la inflamación. Esto no significa que no debamos consumir frutos secos, habas de soja o semillas, todos ellos ricos en omega 6, sino que debemos asegurarnos de que a la vez estamos consumiendo suficientes ácidos grasos omega 3 para que no haya un desequilibrio entre los dos. En un proceso inflamatorio grave será mejor dejarlos de lado por un tiempo.

La fruta tiene un fuerte efecto de limpieza de las células y tejidos con lo que si consumimos mucha fruta hará falta que nuestros órganos de eliminación como son el intestino o el hígado estén funcionando eficientemente para que podamos eliminar estas toxinas. Si esto no es así se puede agravar o producir una inflamación ya que necesitaremos esa otra ruta para eliminar las toxinas que limpia la fruta. En cambio, los vegetales de hoja verde como las acelgas, espinacas, repollo, berros, etc. siempre que estén bien cocinados, ayudan a limpiar la célula, pero a la vez también ayudan a la eliminación de toxinas por las rutas normales. ya que proporcionan fibra al intestino. Se recomiendan en una dieta anti-inflamatoria por su efecto calmante y desintoxicante.

Con lo cual mi recomendación en un proceso inflamatorio en el que haga falta actuar más o menos rápidamente es seguir una dieta antiinflamatoria que será una dieta sin carnes, alta en pescado azul, con muchos vegetales especialmente vegetales de hoja verde, y que restrinja durante un tiempo las frutas ácidas y los zumos de frutas.

Estos suplementos a continuación tienen efecto antiinflamatorio:

  • Vitaminas C y E. Ambas vitaminas favorecen el sistema inmunitario y por tanto tienen un efecto anti-inflamatorio. Se recomienda tomar cuatro capsulas al dia repartidas en tres comidas.
  • Zumo de Aloe Vera, esta planta tiene unos potentes efectos anti-inflamatorios, inmunoestimulantes y anti-tumorales . En un proceso inflamatorio se recomienda tomar de 40 a 75 ml al día en ayunas.
  • Bromelina, es una enzima que se encuentra en la piña. Es conocida por su capacidad de digerir las proteínas con lo que se suele utilizar como ayuda digestiva. Sin embargo, la bromelina tomada fuera de las comidas tiene un efecto anti-inflamtorio e inmunoestimulante.
  • Infla-guard, un suplemento natural que combina boswelia, cúrcuma y harpagofito, todos ellos antininflamatorios naturales. Se toman dos capsulas diarias
  • Super Ibuactin, un suplemento natural antiinflamatorio compuesto por una mezcla de bromelina, papaína y lúpulo. Se toman dos capsulas al dia.
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By Elena Perea

Elena Perea acabó una licenciatura en Ciencias Exactas en Madrid, posteriormente estuvo residiendo en Inglaterra donde cursó estudios en la Plaskett Nutricional Medicine College y se diplomó en el año 2001 como “Nutritional Therapist” o Nutrición terapéutica. También ha cursado estudios con el Institute for Functional Medicine en Londres: Gastrointestinal Health, Head to Toe, y Applying Functional Medicine.

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